Encuentros con Morito Inoue (vendedor de tiburones) y Koji Shiraishi (ningún terror sin humor)

Morito Inoue quería hacer una película llamada Onsen shark. Pero era un debutante sin dinero. Entonces decidió montar un original crowfunding, prometiendo un tiburón de más en la película por cada nueva aportación. El resultado llenó la pantalla de tiburones e invadió las salas de cine independientes del Japón.


Koji Shiraishi, por su parte, lleva más de dos décadas haciendo cine de fantasmas y monstruos. Y tanto va el cántaro a la fuente que él mismo ha terminado por ver fantasmas, como cuenta esta entrevista con motivo de la proyección en Donostia de Sayuri, su última obra de locura.